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Monschau es un pequeño pueblo digno de cuento. Se encuentra en la frontera entre Alemania y Bélgica, dentro del Parque Nacional de Eifel. Es uno de aquellos lugares en los que parece que el tiempo se ha detenido, y gracias a ello, podemos disfrutar de su belleza.
Nuestra estancia en este encantador pueblo fue corta pero suficiente para impregnarnos de la esencia de Alemania, de su cultura y de su gente. En apenas 3 horas puedes ver lo más importante del pueblo, incluso hacer una pequeña excursión a la parte más alta donde poder divisar todo el pueblo. Por ello, en este post os explicaremos cómo fue nuestra estancia en Moschau en menos de un día.
Nos dirigimos a Monschau desde Luxemburgo en coche. El trayecto es de aproximadamente 2 horas. Es curioso porque durante esas dos horas pasas por tres países diferentes. A nosotros se nos hizo muy ameno.
Tras esta pequeña parada seguimos nuestra ruta hasta Monschau. Antes de entrar en el pueblo hay una zona habilitada para poder estacionar los coches. Como es un sitio muy turístico hay que pagar tanto si lo dejáis en la calle como si lo dejáis en los parkings cerrados. Nosotros lo dejamos en zona azul. El precio es de 2€ por hora. El pueblo es pequeño, así que con 2 o 3 horas lo veréis de sobras.
Fuimos a buscar un mapa a la oficina de información y turismo. Allí aprovechamos para preguntar qué podíamos ver en 2 o 3 horas y nos dieron varias opciones.
Decidimos coger una ruta que nos llevaba bordeando la montaña hasta uno de los miradores más bonitos y altos. Desde allí las vistas son preciosas. Después dimos una vuelta por el pueblo, ver sus edificios más emblemáticos, como la Casa roja (Rote Haus), asomarnos la puente por donde pasa el río Ruhr, ver el molino de agua (en la plaza mayor, ver su iglesia y las ruinas del castillo.
Además, nos dio tiempo a subir una pequeña colina donde se encuentra el cementerio y una pequeña ermita. Como no podía ser de otra manera degustamos un exquisito bradwurst con mostaza casera y pommes (patatas fritas) más bebida por el 6€. Aunque no puedes irte sin probar sus famosas galletas Printen.
Nos fuimos muy satisfechos de haber podido ver este pequeño pueblo y del fantástico día que hizo. Willy también disfruto mucho 🙂
Si vais en agosto podéis ir al festival de música clásica que se celebra una vez al año aunque lo realmente recomendable es ir en invierno cuando el pueblo esta cubierto de nieve y se celebra el famosísimo mercado de navidad.
Fotos
Puntos de interés
- Rotes Haus
- Molino de agua
- Iglesia
- Ruinas castillo
- Parque Nacional Eifel
- Museo de la cerveza local
Comida
- Alter Markt
- Eifelstubchen
- Zum Haller
Mapa
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